El día 20 de noviembre de 2011 nos jugamos mucho. Nos jugamos mucho más de lo que algunos podrían imaginar. Nos jugamos el futuro, no sólo de Cataluña y de España. Nos jugamos, seguramente, el futuro de Europa y el futuro de nuestra civilización occidental, tal como ahora mismo la conocemos.
Son palabras duras, algunos creerán que exageradas; pero no exagero ni un ápice.
Tan sólo intento avisar de lo que sucederá si no cambiamos el rumbo de los acontecimientos.
Si unos años atrás pronosticabas que los precios de los pisos bajarían, te tomaban por loco. ¿Por qué? Porque los poderes fácticos se habían encargado de inculcar-nos, en lo más profundo de nuestro subconsciente, que la frase “el precio de los pisos no bajará nunca” era un axioma (una premisa que se considera «evidente» y es aceptada sin requerir una demostración previa)
Pero, ya en el año 2003, si navegabas por internet podías encontrar algún foro de opinión en el que se explicaba lo que podía acontecer si la economía continuaba por aquellos derroteros. Pero poca gente lo creía posible. ¿Por qué razón? Porque aquellos que más interesados estaban en seguir enriqueciéndose nos seguían bombardeando con las bondades de nuestra economía y su duración infinita en el tiempo.
Lo mismo sucede ahora con los musulmanes. Nos han insistido, una vez tras otra, en las bondades de la inmigración musulmana. Pero no todos hemos sido convencidos. Aquellos que tenemos la desgracia de tener que tratar cada día con moros, ya sea en el trabajo, en la comunidad de vecinos… conocemos con creces la realidad. Y nos sentimos en la obligación moral de avisar al resto de autóctonos de lo que sucederá si todo continúa igual.
El año 1974, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas reunida en Nueva York, el por entonces presidente de Argelia, el musulmán “moderado” Mohammed Bujarruba Bumedián, declaró:
“Un día millones de hombres abandonarán el hemisferio sur para irrumpir en el hemisferio norte. Y no lo harán precisamente como amigos. Porque irrumpirán para conquistarlos. Y lo conquistarán poblándolo con sus hijos. Será el vientre de nuestras mujeres el que nos dé la victoria”.
Unas declaraciones premonitorias que casi todos los grandes estadistas y representantes de Occidente tomaron a broma.
Cada vez que leo estas palabras, a mi se me pone la piel de gallina. Y a vosotros os debería de suceder algo parecido. La profecía no podía ser más exacta. Ni el famoso Nostradamus habría realizado una profecía tan certera.
¡Éste es su objetivo! ¡Y no se detendrán hasta que sea una realidad!
¡Luego no podremos decir que no nos avisaron!
Pero, por suerte, somos muchas las personas, y cada día somos más, que no estamos dispuestas a permitir-lo. Intentaremos evitarlo, siempre respetando la legalidad vigente, claro está. Y el primer paso debe ser que se hable del tema. Para eso es imprescindible que alguien lo diga. Y para que su voz pueda ser escuchada es necesario que el señor Anglada entre en el Congreso de los Diputados.
¡No podemos esperar más!
¡No os tengáis que lamentar en el futuro de no haber hecho lo necesario en el presente!
¿¿¿Y QUÉ PODEMOS HECER NOSOTROS?????
¡¡¡MUCHO!!!
- Debe ser respetada la legalidad vigente. Si la Ley de Extranjería dicta que los inmigrantes ilegales deben ser repatriados a su país de origen... pues que se cumpla la Ley.
- Si cuando uno va a vivir a otro país debe respetar las leyes y las costumbres del país de acogida, porque no lo hacen los moros?
- Todos los ciudadanos somos iguales ante la Ley. No deben existir colectivos con privilegios. ¿Por qué a las moras se les regala de todo cuando tienen un hijo/a y a las autóctonas no? A una conocida mía, autóctona, le dijeron que ella “ya tenía”. Y resulta que tanto ella como su marido están en paro y ella no cobra ningún tipo de prestación. A las moras se les da sin saber si tienen o no, si trabajan o no... y a las autóctonas no se les da... desconociendo si tienen o no, si trabajan o no. Debemos acabar con este y otros privilegios.
- El tema de la Sanidad... un buen tema. En Suecia las personas sin permiso de residencia no tienen derecho a ninguna cobertura sanitaria gratuita. En Alemania los médicos tienen la obligación de denunciar a los ilegales. Y aquí tienen derecho a todo de manera gratuita. Después sucede lo que todos conocemos... los recortes drásticos en la Sanidad.
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Podría seguir llenando líneas y más líneas... pero creo que ha quedado suficientemente demostrada la necesidad de votar Anglada.
Las últimas encuestas otorgaban entre un 6% y un 8% de los votos al “partido político” denominado “OTROS”. Aquí, en gran medida, se integran los votos de Plataforma X Cataluña. Pero, obviamente, los medios de comunicación no lo quieren mostrar así.
Debemos demostrarles que los ciudadanos no somos tontos, que por mucho que se esfuercen en ocultarnos la realidad... la conocemos. Por eso, entre todos debemos hacer que ese 6% o 8% aumente considerablemente. Cada voto es importante. Cada voto es vital.
Votar Anglada es el único voto útil. Votar PP, PSOE o CIU no nos solucionará nuestros problemas.
Únicamente existe una opción viable para los ciudadanos de bien… VOTAR ANGLADA
VOTA PLATAFORMA X CATALUNYA.
VOTA ANGLADA.
Que no tengas que arrepentirte más adelante.
¡¡¡AHORA ES EL MOMENTO!!!
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